El paso de Olivia Wilde, Harry Styles y Florence Pugh por el festival de cine de Venecia para presentar la película “Don’t worry darling” no ha decepcionado a nadie, y no estamos hablando precisamente de la reacción de la crítica. La segunda película que Wilde ha dirigido en toda su carrera llegaba al certamen precedida por el drama que se ha desarrollado detrás de las cámaras en los últimos meses.
A estas alturas, la historia de amor entre la cineasta y el ex integrante del grupo One Direction es lo de menos. Su relación sentimental, que nació durante el rodaje y poco después de que ella se separara de su ex Jason Sudeikis, ha quedado eclipsada por los rumores acerca de las tensiones que se produjeron entre Wilde y su estrella femenina. También ha dado mucho que hablar la salida de Shia Labeouf del proyecto para ser sustituido por Styles, porque él ha demostrado -pruebas en mano- que no fue despedido, como se dio a entender inicialmente, sino una decisión suya.
En Venecia todo ha sido sonrisas ante las cámaras, pero las interacciones entre el elenco han sido analizadas hasta el más mínimo detalle. Chris Pine, que cuenta con un papel secundario en la trama, puso involuntariamente el toque de humor a la conferencia de prensa que todos ofrecieron sin Florence, quien hizo su gran entrada en Venecia por su cuenta unas horas más tarde, aprovechando la excusa de que llegaba directamente de rodar la secuela de la cinta “Dune”.
Chris consiguió ganarse la admiración de las redes sociales por mantener un estoicismo admirable, o al menos intentarlo, mientras Styles pronunciaba frases ante la prensa como: “Lo que más me gusta de la película es que… parece una película”, o “lo que me gusta de actuar es que me da la impresión de que no tengo ni idea de lo que estoy haciendo, y es bastante divertido”.
Pine también protagonizó otro momento con su joven compañero de reparto que se ha vuelto viral. Wilde y Styles, que evitaron posar juntos sobre la alfombra roja, lo colocaron estratégicamente en la butaca que se encontraba entre ellos dos durante la proyección del filme, y justo antes de sentarse a su lado pareció que Styles lo escupió
Pine dejó incluso de aplaudir durante unos segundos y giró la cabeza en el sentido contrario, pero no está del todo claro qué pasó exactamente. Twitter, por supuesto, tiene sus propias teorías al respecto, que rescatan una antigua costumbre que el cantante tenía en sus conciertos y que consistía en escupir agua al público. Este gesto fue bautizado como “la ballena” por sus fans, pero parece muy poco probable que haya decidido llevarlo a Venecia.